miércoles, 8 de abril de 2009

Bienvenidos al complejo mundo de la cultura

Cultura, cultura, cultura… ¿alguien sabría explicarme qué es la cultura? Hago esta reflexión porque hace poco me hicieron la misma pregunta y me costó horrores poder contestarla. Tenemos la definición metafísica, institucional, comunicacional, individualista, social, progresista, elitista, nacionalista, darvinista, etnocéntrica, sistemática y urbana. Ah, y no podemos olvidar que existe la cultura como forma de distinción, como elemento del buen gusto, como publicidad e incluso como crítica. Bueno, seguro que la mayoría que está leyendo el blog se habrá aburrido al llegar a institucional pero mi labor con estos comentarios es acercaros más al recóndito mundo de la cultura. Aunque por otro lado, cómo puedo hacerlo si ni siquiera yo puedo entenderla. La cultura es un camino largo que dura toda la vida.
Quizás la dificultad a la hora de definirla es precisamente que no existe una única cultura. En Internet podemos encontrar tantas definiciones como autores han tratado el tema, y sino probad en googlead CULTURA.

La Unesco,
en 1982, declaró:

... la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.

(UNESCO, 1982:
Declaración de México)

No es exactamente una definición pero sí ofrece algunas pistas de lo que es y debiera ser.

Hay definiciones “amables” de cultura, como la definición progresista, que establece un avance de generación en generación y que se presenta como lucha con la ignorancia; pero hay otro lado “oscuro”, como la cultura etnocéntrica. Esta definición adjudica la única vía de progreso a Occidente, por lo que ya hay una predisposición no igualitaria entre pueblos creando desigualdades y prejuicios. Otro horror de cultura lo encontramos por ejemplo en la nacionalista nazi y aquellos que creían en una etnia superior al resto.

Quiero ser como Oprah
Después de esta introducción al término cultura me gustaría profundizar en el tema de la comunicación social y el papel de los comunicadores, donde espero incluirme algún día.
El comunicador cumple una función básica en la sociedad. Por ejemplo, los políticos muchas veces, siguiendo sus propios intereses, prefieren la ignorancia de los ciudadanos para captar más fieles, pues la tarea del comunicador debe ser impedirlo, por lo que es necesario que los medios contribuyan a la educación del pueblo. El periodista debe informar de lo que hay, y por eso adoro esta profesión. El inconveniente es que como negocio que es existen todavía muchas trampas, pero esto ya sería otro tema que me comprometo a tratar en otra entrada.
Y es que la comunicación, como institución que genera cultura, tiene un gran poder y debemos saber aprovecharlo -para hacer el bien-.
En la clase de periodismo especializado, asignatura de donde surgió este blog, nuestro profesor decidió completar su clase llena de definiciones sobre el término cultura con vídeos de algunos profesionales de la comunicación de diferentes partes del mundo. Entre ellos, Jaime Bayly, Harold Bloom, Fernando Sánchez Dragó u Oprah Winfrey. Todos son comunicadores pero todos tienen una visión y estilo diferente. Personalmente no puedo defender el estilo de Sánchez Dragó y por eso me quedo con la internacional Oprah. Por su humanidad y porque no sólo posee riqueza económica sino porque es una de las personas con más influencia de la historia. ¿Qué más puede pedir un comunicador? Hablar, ser escuchado y respetado por ello. Como seguramente conozcáis la revista Time publica anualmente una lista (creada a partir de la opinión de varios académicos) de las 100 personas más influyentes y Oprah ha estado incluida en ella seis veces. Todo un récord. Sin duda Oprah es un fenómeno de masas que ha cosechado éxito tras éxito. ¿Quién no conoce a Oprah?
A modo de síntesis...
Si nos transmiten una información la sociedad la digiere, la interioriza y se forma una opinión. Gracias a este proceso nos convertimos en personas reflexivas y críticas sobre temas que nos afectan.
La cultura también es comunicación y como tal, los medios y los profesionales que trabajan en ellos tienen un gran papel en ella. Los profesionales de la comunicación deben transmitir información. Pero hay que transmitirla bien, por eso la forma en que la expresan es fundamental para dar credibilidad y convencer a la sociedad, y esto no es nada fácil y menos teniendo que dirigirse a un público tan diverso; por eso la credibilidad hay que ganársela. Las estrategias que escogen para informar sobre un determinado tema marca la diferencia y es lo que los convierte en buenos o malos comunicadores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario