sábado, 14 de marzo de 2009

Pide que tu camino sea largo y… ¡disfruta!
Este blog surgió de la asignatura de periodismo especializado de cultura. Mi profesor, José María Perceval me evaluará a mí y al resto de mis compañeros leyendo nuestras reflexiones sobre los temas que él propone en clase. Debo reconocer que cuando nos explicó en qué consistía la próxima entrada en nuestro blog no me motivé especialmente pero cuando me empecé a documentar sobre el poema que tenía que comentar la cosa cambió.
Y por eso hoy empiezo el comentario con una recomendación: el poema Viaje a Ítaca”. Quizás la poesía no esté en su vivo esplendor pero sin duda este poema conquistará a más de uno. A mí misma. Ya he reconocido que no lo conocía pero una vez lo leí me pareció una gran metáfora de la vida. El poeta es Konstantinos Kavafis y está inspirado en La Odisea, de Homero.

El poema habla de los sueños, del camino para llegar a ellos y del viaje que tenemos que recorrer sin miedos, porque aunque no encuentres lo que estabas buscando siempre te llevarás una nueva experiencia y con ellas, nuevos conocimientos y aventuras. El hecho de no llegar al lugar al que aspirábamos o finalmente darnos cuenta que es diferente a lo que esperábamos puede no ser malo. Posiblemente el camino nos enriquecerá más que el propio destino y el viaje no será en balde porque nos aportará sabiduría.

La vida no nos va a parecer fácil y nos vamos a encontrar miles de problemas y tendremos que afrontar millones de adversidades pero la rendición no es una opción. Todos los seres humanos nos marcamos metas, aspiraciones y debemos conducir nuestra vida hacia a ellas. Aunque suene a típico debemos disfrutar cada día como si fuera el último. No debemos limitarnos, al contrario, a cada pequeña cosa que hagamos debemos superarnos. No seamos meros espectadores de nuestra vida.

Los individuos pasamos por diferentes fases: infancia, adolescencia, madurez y vejez. En cada etapa tenemos una forma diferente de ver la vida y en cada una de ellas viviremos experiencias diferentes y tal vez únicas. Cada cosa que vivamos nos servirá para convertirnos en la persona que seremos (muchas veces, la persona que queremos ser). La familia en la que crecemos, los amigos y las personas en general que conocemos, el barrio donde vivimos, las ciudades y países que visitamos nos marcará de una manera especial. Pero de lo malo también aprenderemos, y es que quién no ha escuchado alguna vez el dicho: Lo que no nos mata nos hace más fuerte.

Todos somos diferentes pero todos tenemos una cosa en común: cada uno es dueño de su vida. Elegir un camino u otro condicionará nuestra vida y nuestra forma de ser. Pero no debemos obsesionarnos por escoger el correcto ni tener prisa por llegar al final del trayecto (eso no es vida) sino que tenemos que intentar conseguir sacarle el máximo beneficio a lo que hagamos, porque por suerte o por desgracia, es un viaje sin retorno. Aprender de cada cosa. No tengamos prisa por vivir y saboreemos cada instante, porque no olvidemos que la felicidad es eso, un instante.

Me reitero en decir que la vida en ocasiones no es fácil pero es la única que tenemos y debemos aprovecharla al máximo. Próximo destino: la felicidad.


Aquí os dejo el enlace de la canción, “Viatge a Ítaca”, de Lluís Llach (1975). Es una adaptación al poema que he tratado en esta entrada. Si os ha gustado el escrito tal vez os guste la canción. Personalmente me quedo con Kavafis.

http://www.youtube.com/watch?v=tdbf0KdFvCY


Links de interés:

- Lectura del texto
http://www.cica.es/aliens/gittcus/kavafis
- Repaso a alguno de los poemas de Kavafis
- Texto completo de La Odisea

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