sábado, 9 de mayo de 2009


UN GENIO DEL SÉPTIMO ARTE

En la década de los 40 empezó a predominar un género cinematográfico, el de suspense, y sin duda, en este terreno el maestro era y sigue siendo Alfred Hitchcock. Inmediatamente cuando se habla de cine de suspense y de intriga Hitchcock es el primer nombre que viene a la mente.

Me siento identificada con él por su pasión por el cine y lo admiro porque ha pasado a la historia como uno de los directores de cine más influyentes, y no sólo eso sino que sus películas han pasado a convertirse en un referente para el público y para las generaciones de cineastas posteriores. Muchos directores no lo ocultan y reconocen abiertamente su influencia.

De pequeño fue un niño tímido y hasta el último día de su vida conservó una personalidad reservada e introvertida pero con una gran capacidad de observación. Evidentemente, esto junto con la narrativa de Charles Dickens y Edgar Allan Poe influyó en su manera de ver y hacer cine y lo convirtió en la figura que es ahora. De hecho, en alguna ocasión reconoció que probablemente la impresión que le causaron las historias de Poe fueran las que le llevaron a rodar películas de suspense.

Se enamoró del cine tras ver “El nacimiento de una nación”, de David W. Griffith (otro gran maestro de su tiempo). Desde bastante joven tuvo las ideas claras, supo que quería trabajar en el cine y lo demostró a cada paso que dio. Empezó desde abajo y su valía lo llevó a lo más alto. Por lo que destacaría su perseverancia, una cualidad con la que me siento bastante identificada, y que me lleva a admirar más a este personaje que hizo de las historias de misterio e intriga un arte. Consiguió, con los escasos efectos especiales de la época, elaborar puestas en escena perfectas y recrear los momentos más claustrofóbicos de la historia del cine. Por ello todavía se recuerdan secuencias como la del asesinato en la ducha de Psicosis.

No construía sus películas en base a arquetipos. Por ello, Hitchcock era capaz de crear una situación de verdadera tensión en un espacio al aire libre y a plena luz del día (véase por ejemplo Con la muerte en los talones cuando Cary Grant es perseguido por el helicóptero) cuando normalmente se piensa que esa angustia sólo se consigue recreando escenarios cerrados y sombríos. Y lo más difícil hoy en día, conseguía captar desde el inicio y hasta el final la atención de los espectadores.

Actualmente la creatividad en el cine está muy infravalorada (aluvión de remakes y guiones poco originales que cuentan las mismas historias una y otra vez pero con diferentes actores) pero Hitchcock en su tiempo fue un gran innovador tanto técnica como expresivamente, elaborando además minuciosamente cada situación y cada personaje para dotarles de un mayor realismo. No buscaba compararse con otros directores sino que quiso crear un estilo propio, y lo consiguió. Algo por lo que todavía es recordado.

Amenizaba sus proyecciones combinando el misterio y la intriga con lo comedia (tenía eso sí un peculiar sentido del humor). Para producir el mismo efecto también tenía por costumbre hacer cameos en todas sus películas. Y creía firmemente que aquello que se sugería era siempre mucho más potente que lo que se mostraba. E hizo de ello su filosofía.

En sus películas es recurrente por ejemplo un lenguaje cinematográfico muy rico y el uso de recursos de carácter simbólico. La imagen y los recursos sonoros predominan la mayoría de las veces sobre el diálogo con el fin de provocar mayor intriga. Otra característica hitchconiana, extendida en la actualidad, es acabar tirando por tierra todo lo que se creía cierto hasta el momento obligando al espectador a replantearse de nuevo la película. Por último, algo que define el cine de Hitchcock son lo que él llamó: McGuffin, un recurso para aumentar el suspense.

Aunque he destacado los puntos fuertes del cineasta también cabe destacar aspectos negativos de su personalidad como que era un hombre maniático y obsesivo (por ejemplo, necesariamente las protagonistas de sus películas eran actrices rubias) con cierta arrogancia y superioridad.

Quizás no haya aportado nada a la humanidad pero sí a los cinéfilos. Y por eso, por su maestría, su estilo distintivo y porque después de 29 años desde su muerte todavía lo recuerdan no me hubiera importado ser él.

Estuvo nominado cinco veces a los Oscar como mejor director por Rebeca (1940), Náufragos (1944), Recuerda (1945), La Ventana Indiscreta (1954) y Psicosis (1960) pero nunca consiguió llevarse el premio. En 1968, sin embargo, recibió el premio honorífico Irving Thalberg a toda su carrera.

¿Cómo homenajearía a Hitchcock? Creo que con este personaje ya está todo inventado. Han escrito sobre él, desde su faceta más personal a la profesional, han rodado documentales e incluso han rodado una película que recrea la filmación de Psicosis en la que Anthony Hopkins interpreta al cineasta. A mí personalmente me gustaría que se elaborara un documental con las escenas más emblemáticas de sus películas en el que se explicaran las técnicas, los elementos técnicos que utilizó para dotar la imagen de realismo.

Links de interés:

- http://www.todocine.com/bio/00150808.htm

- http://www.portalmix.com/cine/oscar/curiosidades/olvidados.shtml

-http://www.blogdecine.com/historias-de-cine/peter-bogdanovich-las-historias-de-hitchcock-y-los-trucos-del-suspense

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